miércoles, 30 de enero de 2013

CUANDO LA MONTAÑA TIENE QUE IR A MAHOMA

Es curioso lo mucho que afecta el trabajo a nuestra vida personal y lo poco conscientes que aparentemente éramos de este hecho antes de que empezara este declive económico que arrastramos desde 2008.
Más de cuatro años con *LA CRISIS* como compañera de viaje y sin dejar de monopolizar nuestros telediarios, nuestras conversaciones y nuestros miedos.
Casi 6.000.000 millones de parados en todo el estado, 1.800.000 hogares sin ningún miembro en activo en la familia, 300.000 fugas de cerebros y una cifra incalculable de trabajadores aguantando condiciones laborales precarias por miedo a perder sus empleos.
Esta es nuestra realidad.
Pero las cifras somos personas y las personas tenemos miedo.
Al hilo de esta idea, he leído hoy un artículo que empezaba con la frase de George Schultz "Cuando empiezas a pensar qué harás si pierdes, ya has perdido" y me he preguntado si creemos que ya hemos perdido; si este entorno ambivalente en el que nos movemos nos provoca una inseguridad que hace que nos aboquemos a una desesperación que no nos permite avanzar.
Me debato entre una realidad sin oportunidades profesionales, ahogados por un sistema desesperanzador, carencias económicas... y la idea (utópica para algunos) de que somos dueños de nuestras vidas y de nuestros destinos.
No me conformo con pensar que soy el actor de una película cuyo guión no he escrito, quiero ser el director, buscar un plan B (y C y D si hace falta).
Este mismo artículo asegura que el futuro es de los emprendedores, ante lo cual se me ocurre hacer un simil entre Mahoma y la montaña y pensar que si el trabajo no viene a nosotros, nosotros debemos ir al trabajo. 
Con este punto, debo admitir, que estoy de acuerdo; pero no sólo de ilusión vive el ser humano. Necesitamos pautas, organización y acciones reflexionadas.
Todo proyecto empieza con una idea, que deber ser seguida por un plan de viabilidad y un asesoramiento y orientación profesional.
Saber qué quieres hacer y cómo hacerlo.

- Definición de actividad y ámbito de actuación: qué puedes ofrecer tú que no ofrezcan otros
- Estudiar fortalezas y debilidades
- Medios económicos: buscar el mínimo coste con el máximo beneficio para minimizar riesgos
- Nombre comercial y patentes
- Plan de difusión
- Definir un público objetivo
- Analizar la competencia
- Subvenciones
- Lugar
- Instalaciones
- Tarifas de venta
- Definir plazos: tanto de comienzo como de fin de proyecto en caso de que no sea rentable

Recoger toda la información que sea posible y decidir si seguir adelante o buscar otro camino, pero caminar, sentir que puedes decidir sobre tu futuro; y cuando lo hayas intentado todo con el plan B, si no ha salido bien, siéntate, respira hondo y a por el plan C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario