jueves, 9 de mayo de 2013

¿ME ESCUCHAS?

Últimamente no he tenido opción de dedicar demasiado tiempo a este cajón de sastre de ideas y emociones; no obstante no quisiera dejar pasar más tiempo sin escribir unas lineas, con cierto tono reivindicativo,  respecto a una experiencia que tuve la opción de vivir hace un par de días.
Gracias a la Asociación Lanean, de la que formo parte, estoy teniendo la opción de acceder a colectivos y a personas que eran totalmente lejanas para mí antes de que arrancara este proyecto.
Estas líneas se las quiero dedicar a las personas sordas, desconocidas para mí, y a las que me he sentido más cercana en las últimas 48 horas.
Tuvimos la opción de hablar con la coordinadora de un centro para sordos de Bilbao que nos puso al tanto de las carencias que tiene el sistema educativo para estas personas. Aunque entiendo que los déficits no serán sólo para ellos, este post sí que lo es.
Si ya puede resultar difícil la detección temprana, la asimilación por parte de la familia (oyentes todos) y los esfuerzos constantes por sacar adelante un día a día que en ocasiones se hace complicado; a esto tenemos que sumarle la falta de medios para un correcto desarrollo educativo, que en ocasiones no permite a estas personas terminar ni tan siquiera la Educación Secundaria. No hablemos de universidades.Existe algún centro formativo que tiene módulos adaptados para el aprendizaje de profesiones pero las salidas profesionales a la empresa ordinaria (una empresa ordinaria que no está preparada para acoger en su plantilla a personas sordas por carecer de una estructura adaptada) son casi nulas.
 Las estadísticas las que tuvimos acceso son sobre cogedoras.
Es triste que personas con capacidades plenas lo tengan tan difícil por falta de conciencia social. ¿Será posible que nosotros tampoco oigamos? ¿O simplemente no queremos escuchar?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario